El prognatismo mandibular es una alteración donde la mandíbula se encuentra más prominente de lo normal o en el que puede haber un deficiencia del hueso maxilar superior. A veces, también puede haber una combinación de ambos.
Ya desde temprana edad, se puede ver en el niño un mayor volumen en el tercio inferior de la cara. Los dientes pueden no encajar de una forma correcta y el perfil es más prominente al nivel del mentón.
Consecuencias del prognatismo y tratamientos
Es recomendable que los padres lleven rápidamente a sus hijos a la consulta del ortodoncista, para realizar un análisis del caso y aconsejar las pautas de tratamiento.
El prognatismo mandibular puede causar: problemas masticatorios, dificultades para hablar, migrañas y dolor articular, además de problemas psicológicos con respecto a su imagen. Las causas pueden ser dentales u óseas. De acuerdo al estudio del caso se podrá determina el mejor tratamiento.
Si la causa es dental, preferentemente se escogerá la ortodoncia infantil como solución ideal. Así, se colocaría un aparato ortopédico que ayudaría a reubicar la mandíbula, desplazando los dientes incisivos inferiores hacia atrás y los superiores hacia adelante. Posteriormente, se podrá combinar con un tratamiento quirúrgico, para recolocar la mandíbula, a criterio del profesional que trate al niño una vez haya terminado el proceso de crecimiento. Algunos tratamientos o técnicas más sencillas a la ortodoncia incluyen colocar un expansor de mandíbula superior (aparato de plástico que expande el hueso), una mentonera(aplicaría fuerza en la barbilla para recolocarla) o una máscara facial para incidir sobre la mandíbula inferior y para ir colocándola en su sitio. No obstante, la presencia de ortodoncia va a ser casi indispensable en esta afección.
Es muy importante corregir y detectar esta deformación desde temprana edad, ya que el tratamiento en adultos es bastante más complejo y limitado.
Se recomienda visitar al ortodoncista en cuanto los padres se den cuenta del problema.